Entrevista: Arte de cuba de los años 90

Betti-Sue Hertz
8.03.1997

De: Hertz, Betti-Sue. «Interview,» 1990’s Art from Cuba, text various authors, Exhibition catalog, Ed. Art in General, New York, United States, 1997. (illust.) pp. 26-31.

ISBN 1-883967-07-4 

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Entrevista
con Betti-Sue Hertz

Tania Bruguera fue entrevistada el 8 de marzo de 1997, por Betti-Sue Hertz. La entrevista tuvo lugar en la Galería 2 de la Escuela del Instituto de Arte de Chicago, justo antes de la segunda exposición de «Arte en América (El sueño) «, performance conjunto e interactivo de la artista, que fue presentada al final de sus siete semanas de residencia en dicha institución.

Cuando estabas en Cuba leyendo las revistas de arte, ¿hubo algún artista en particular, algunos artistas o algún período del arte que te interesaran especialmente?

Yo estaba particularmente interesada en el arte conceptual de los años sesenta. También estaba interesada en el arte social de los años ochenta, en artistas como Barbara Kruger, Jenny Holzer, y Cindy Sherman. Que trataban estas cosas sociales, hablando de la sociedad, lidiando con la sociedad, y haciendo intervenciones en la sociedad, como lo hizo por ejemplo, Jenny Holzer.

¿Los tableros electrónicos de luz?

Sí, y los carteles. Me gusta mucho el arte que funciona fuera del marco de la galería o del museo y que funciona en la vida real.

¿Por qué se interesó en participar en el programa de intercambio cultural?

En primer lugar, porque para mí y para muchos cubanos, Estados Unidos es, en cierto sentido, un sueño. Yo quería estar en América y ver todo el arte tan importante que hay aquí. Creo que Estados Unidos es un punto de referencia para todo en Cuba, para el día a día, al igual que para la política y el arte. Así que era muy importante para mí venir a aquí y ver lo que es real y lo que es irreal en relación a lo que pensaba. También para tener la oportunidad de ver lo que sucede en la escena del arte y cómo funciona realmente. Porque tenemos todos esos pensamientos idealistas sobre cómo funciona el mundo del arte EE.UU., es muy agradable ver la realidad.

¿Tenías mucha información sobre Chicago?

No mucha.

¿Qué sabías de Chicago?

Sabía de los gangsters de los años cuarenta. Sabía que era una ciudad con una arquitectura muy importante. Sabía que la ciudad había sido destruida en el siglo XIX y reconstruida después.  Sabía algo sobre el arte de aquí, pero no tanto.

Te pedimos que desarrollaras una propuesta sobre lo que ibas a aquí. ¿Cómo ha cambiado esa propuesta? Explícanos tu idea original, por favor. ¿Podrías hablar de cómo en tu caso cambian las ideas y posiblemente los materiales? ¿Ahora estás haciendo un performance colectivo, entonces, cómo hiciste para que eso se ajustara al performance original?

Pensé que podría hacer las máquinas voladoras parte de una serie en la que he estado trabajando. Son objetos prototipos para los cubanos, para que aprendan a utilizar máquinas para volar. Después de mi primera semana empecé a hacer algunas de estas máquinas. Entonces todo cambió, cuando conocí a la comunidad cubana aquí. Esto fue muy importante para mí, era como si estuviera viviendo con ellos. Fui a sus casas a comer, íbamos juntos al teatro, al museo y a otros lugares. Un día estaba hablando con ellos, y tuve esta idea de crear una bandera donde parte de esa bandera representaría al pueblo cubano que vive aquí.

¿Tu idea era crear una imagen alterada de la bandera nacional de Cuba?

Sí, ya yo había hecho una en Cuba. Cuando llegué aquí, entendía sólo una cara de la identidad o de la situación cubana, ya que me había olvidado de incluir a las personas que viven aquí. Así que creé la otra parte de la bandera con algunas de las ropas de los cubanos que habían emigrado a los Estados Unidos. La bandera está hecha de retazos de tela. Un día estábamos en un paseo que incluyó una de las casas de Frank Lloyd Wright y el edificio Sears, que fue el más alto del mundo durante muchos años. Y una amiga mía estaba explicando lo que esta ciudad ha sido durante muchos años. Esta amiga me contaba sobre los diferentes niveles, incluyendo los niveles subterráneos, y ella me decía que había gente que vivía bajo tierra, en túneles. Y entonces cuando descubrí a estas personas sin hogar todo cambió, dejé de hacer los objetos y empecé a desarrollar la idea para este proyecto. Y, algo también importante, es que yo estaba leyendo una gran cantidad de literatura cubana hecha por la gente que vive aquí. Hice toda esta investigación acerca de lo que quería hablar. Pasé mucho más tiempo en la investigación del que realmente pasé en el proyecto del performance.

¿Puedes hablar de la investigación?

Todos los días me iba a hablar con las personas sin hogar e iba aprendiendo cómo abordar a este tipo de sociedad. Trataba de preguntarles sobre sus vidas, para entender su sociedad, que a su vez está dentro de otra sociedad. Y aprendí que ellos tienen sus propias reglas y tienen su propia forma de hacer las cosas. Entonces conecté esta sociedad a la inmigración cubana. Los emigrados cubanos en los EE.UU. tienen características similares. Son parte de un grupo dentro de la sociedad a la que están integrados, pero al mismo tiempo están separados. Eso es todo. La investigación incluyó vivir con los cubanos. Hablaron de Cuba, de lo que es su vida aquí, y de sus historias personales. Fue muy intenso.

Hiciste un performance anoche, y vas a hacer otro esta noche, y tienes tres piezas montadas en Base Space. Para el propósito de la grabación de esta entrevista, ¿puede describir el performance?

Me di cuenta de que en ingles la palabra para alguien que no tiene una casa y la palabra para la tierra natal, donde está la casa, se conectan. La palabra para tierra natal en Cuba es ‘patria’. Los inmigrantes cubanos tienen problemas similares a las personas sin hogar. Nadie quiere prestarles atención ni conocer sus problemas. Ellos tienen vidas duras, y tienen que construir todo desde el principio. Así que todas las noches iba a ver a las personas sin hogar en el túnel y observaba su actitud y su forma de vivir y su indumentaria. También aprendí acerca de cómo los cubanos que salieron de Cuba para siempre, por razones políticas, comenzaron de nuevo sus vidas en los Estados Unidos.

Quería crear diferentes situaciones. La primera situación es la mujer en un escritorio viéndose muy burocrática. Todos tenían que darle su identificación para entrar al espacio del performance. Adentro para mí las personas tenían que perder su identidad social. Para esto sólo tienes que ser un ser humano y no un ser social. A continuación, entraban en un cuarto oscuro con luces tenues amarillas y rojas,  que crean un ambiente similar al del túnel. Todas las personas que participaron como artistas eran cubanos y otros emigrados a los Estados, a excepción de un americano, que era uno de los interrogadores. Uno de los artistas actuó como una persona sin hogar durmiendo y parecía un objeto. En otra situación un hombre tenía todas estas cajas, que obsesivamente trasladaba de una parte a otra de su territorio, ya que cada personaje tiene su propio espacio. Él estaba tratando de construir una casa. Y en cada caja había escrito algo así como «cocina», «sala de estar», etc., y estaba caminando con las mismas cajas de una parte de la casa a la otra, por ejemplo, «baño», «baño», » baño». Relacionando las cajas con una parte de la casa. Lo hizo durante toda la representación.

Y luego hay otros personajes, interpretados por mí y Nereida, y estábamos leyendo las cartas españolas, que son como las cartas del tarot. Tuvimos un niño pequeño con nosotros. Cuando estás en una nueva sociedad, traes tu cultura, tu forma de vida. Por ejemplo, cuando se está en Cuba, esa actitud religiosa y mística hacia la vida es para todo el mundo, por lo que vienen aquí con eso, y llevarás eso a otras personas de alguna manera. Yo estaba hablando de lo que sucedió con nuestra propia cultura, porque tienes que traducir lo que tienes que decir. Estaba hablando en español, y Nereida estaba traduciendo para el público, los estadounidenses tuvieron que esperar por la traducción para entender lo que yo estaba diciendo.

Una vez terminaban de mirar todo, salían por la puerta de atrás. Y sólo se le devolvían sus identificaciones después de que respondieran preguntas que pertenecen a la lista real que hace el Servicio de Inmigración y Naturalización. Las preguntas incluyen cosas como cantar el himno nacional. Los artistas actuaban como policías. Y si los miembros del público respondían las preguntas correctamente, podían irse. Fue divertido, porque si alguien decía algo que era una respuesta socialmente incorrecta o que no era una buena manera de decir las cosas, tenía que ir pensando en dar una mejor respuesta para ser liberados. «Oh, quiero salir de aquí. Denme mi identificación»  Fue muy divertido, estoy muy contenta con las reacciones. El público fue muy abierto. La mujer sin hogar estaba recibiendo reacciones muy interesantes de todas las personas. El hombre que estaba cambiando cajas todo el tiempo, era absurdo.

Traducido al español por Ernesto Alvarez Valdivia